En Independencia, la prostitución viene alcanzando niveles realmente alarmantes. El meretricio se da la mano con las enfermedades sexuales, las múltiples afecciones dérmicas y ni qué decir de los colchones trajinados, las sábanas sucias y los baños en deplorables condiciones sin que el burgomaestre del distrito, Evans Sifuentes muestre su capacidad de acabar con esta lacra social.
Cinco cuadras de la céntrica calle “Los Andes” muestran decenas de hoteles y hostales que operan sin ningún tipo de restricciones convirtiendo la zona en un gigantesco burdel al paso, frecuentado a cualquier hora del día por múltiples parroquianos.
Lo más preocupante de esto es que la seguridad es casi nula en esta zona a pesar de que a pocos metros se encuentra una dependencia del Registro Nacional de Identificación y Estado Civil, RENIEC.
Otro punto donde se ejerce “el oficio más antiguo del mundo” se da en el trocadero “La Anaconda”, ubicado en la tercera cuadra del jirón Las Fraguas en pleno centro industrial de Independencia y que, según los vecinos, a pesar de las múltiples intervenciones, sigue operando impunemente contando con la venia municipal, creando un clima de inseguridad, pues decenas de sujetos ebrios y pandilleros suelen merodear la zona en pos de hallar a alguna meretriz.
Es una vergüenza darse una vuelta por este pujante distrito de Lima Norte donde la inseguridad y lo clandestino van tomando auge día a día, y, sobretodo, porque su alcalde, quien viene gobernando con su familia y piensa lanzarse a la reelección por Solidaridad Nacional, no atina a nada y permite esta ola de sexo e inseguridad en la parte más céntrica de Independencia. Inaudito.
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